MANIOBRA DE VALSALVA
La realización de la maniobra de Valsalva que implica de 30 a 60 segundos adicionales al tiempo dedicado a la exploración física, es una herramienta poco utilizada y casi olvidada, pero ayuda a diferenciar el origen de la disnea y hace más eficaz la atención médica de un paciente. Se realiza de manera no invasiva y proporciona datos tan útiles como las presiones de llenado ventricular o la presión de enclavamiento pulmonar.
Resulta incongruente que esta herramienta tan sencilla y común se encuentre relegada o mínimo utilizada sin pensar que muchos de nosotros la realizamos de manera inconsciente para aliviar la presión o el trauma de los oídos cuando se viaja en avión, al bucear o en eventos como toser o defecar.
La maniobra de Valsalva se ha considerado erróneamente como un procedimiento especializado para su aplicación en ecocardiografía, electrofisiología y en la hemodinámica, y corre el riesgo de perder su carácter clínico en todos los niveles de atención.
La exploración física sigue y seguirá siendo una herramienta de vanguardia tan valiosa como cualquier método o tecnología diagnóstica que no está peleada con la época contemporánea, y que al contrario, se integra; es factible digitalizar e integrar los hallazgos exploratorios de la maniobra de Valsalva a un software que calcule el tipo de respuesta, y de una probabilidad estadística sobre la severidad y pronóstico de pacientes con disnea e insuficiencia cardíaca.
La maniobra de Valsalva es una herramienta que permite a los médicos, en especial del primero y segundo nivel de atención, la detección y referencia oportuna, de pacientes con disnea de origen cardíaco, siendo a su vez sencilla, no invasiva y de fácil aplicación.
MECANICA Y TIPOS
La maniobra de Valsalva consiste en una espiración forzada contra la glotis cerrada o por extensión a una resistencia, de lo cual se desprenden dos métodos:
a) no instrumental, donde el paciente inspira y ''puja'' durante 10 a 15 segundos, soltando el aire bruscamente.
b) instrumentada, donde el paciente sopla a una boquilla conectada a una columna de mercurio hasta alcanzar los 40-60 mmHg, manteniendo este nivel de presión durante 10 a 15 segundos y posteriormente se libera por una válvula dejando escapar el aire bruscamente.
La maniobra de Valsalva es una herramienta útil, de aplicación universal, no invasiva, práctica y de fácil interpretación que permite a los médicos (de todos los niveles de atención) la identificación oportuna de cardiopatías, la referencia adecuada de pacientes y que es, además, una técnica no invasiva que proporciona información hemodinámica a la cabecera del enfermo para la toma de decisiones y la instauración de tratamientos. Puede ser usada como un determinante pronóstico y de seguimiento, en especial en los casos de insuficiencia cardíaca; recordemos que la respuesta de onda cuadrada tiene una gran correlación con un nivel mayor de 15 mmHg de presión de enclavamiento pulmonar. Por tanto, un paciente con evolución favorable al tratamiento, modificará la respuesta a la maniobra de Valsalva, tal vez a una del tipo de la ausencia de sobreestimulación, reflejando la disminución de la presión de enclavamiento pulmonar. La maniobra de Valsalva está ahí, pero no se usa; esperamos que al recordar sus utilidades clínicas mejore la diseminación de la técnica y su aprovechamiento entre los profesionales de la salud, particularmente en las nuevas generaciones.
Buena información
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